viernes, 10 de febrero de 2012

PRINCIPIOS DE LOS ESTILOS DE PENSAMIENTO. (SEGUNDA PARTE) Robert J. Sternberg

5. Los estilos varían en función de las tareas y las situaciones.
En este principio, el autor hace referencia a que los estilos pueden depender no solamente de  trabajo que tengamos que hacer sino también del tipo de situación que esta conlleve y considero que es importante reconocer no solamente lo que nos agrada hacer sino también las condiciones en las que lo hagamos para desempeñar un trabajo de calidad.

6. Cada persona difiere de las demás en la fuerza de sus preferencias.
A parte de las condiciones en las cuales se realiza una labor, también se destaca que así como todos somos diferentes, también nuestras preferencias en cuanto a los estilos cambian.

7. Las personas difieren en la flexibilidad de sus estilos.
Cuanto más flexible sea una persona, más  probable es que se adapte a una variedad de situaciones.
Es importante que los profesores se acomoden a los diversos estilos de pensamiento de los alumnos

8. Los estilos se socializan.
Lo que los niños llegan a hacer es el resultado de la interacción con su entorno, en este apartado, el autor señala que “Lo que decimos es mucho menos importante que lo que hacemos”, considero que la socialización es un factor indispensable para la adopción de estilos y mediante ella aprendemos por medio de las acciones.

9. Los estilos pueden variar a lo largo de la vida.
Conforme pasa el tiempo las personas cambian y con ello también sus intereses y gustos, no solamente depende de la edad, sino también de las experiencias que se hayan tenido y del acercamiento a otro tipo de personas.

10. Los estilos se pueden medir.
A lo largo del tiempo, la gente ha intentado medir la inteligencia sin saber realmente lo que es, pero las pruebas que realizan para saber cuál es la capacidad intelectual de una persona, únicamente retoman algún aspecto de esa inteligencia.

11. Los estilos se pueden enseñar.
Los estilos se aprenden generalmente mediante la socialización, pero también se pueden enseñar mediante actividades que los pongan en práctica.
Cuanto más utilice alguien un estilo particular, más cómodo se sentirá al utilizarlo.

12. Los estilos que son apreciados en una época, pueden no serlo en otra.
Año tras año, el entorno suele hacerse más estructurado y así como surgen nuevas necesidades e intereses, también la visión o apreciación respecto a diversas formas de pensar.

13. Los estilos que son apreciados en un lugar, pueden no serlo en otro.
Esto depende los gustos y forma de pensar de una persona, ya que lo que para una puede ser agradable, no puede serlo al mismo tiempo para otra ya que existen diferentes valoraciones.

14. En general los estilos no son buenos ni malos: es una cuestión de adaptación.
Es importante que el entorno en el cual nos desenvolvamos acepte nuestros estilos ya que de lo contrario será difícil poder adaptarnos al medio.

15. Confundimos la adecuación de los estilos con el nivel de actitud.
Generalmente apreciamos a una persona cuyo estilo se parece más al nuestro que a otra persona que no coincide con nosotros.

CAPÍTULO 6. EL DESARROLLO DE LOS ESTILOS DE PENSAMIENTO
                             
La sociedad es el medio por el cual desarrollamos los estilos de pensamiento.

Variables del desarrollo de los estilos
-       La cultura: Las valoraciones respecto a determinadas ideas o temas son diferentes en cada cultura, en esta lectura se ejemplifica mediante el trabajo individual y colectivo y se señalan algunos países que tienen tendencias a ser mayoritariamente de una forma que de otra, lo cual es determinante para el estilo de  pensamiento que tenga una persona.
-       El sexo: Influye también este aspecto, ya que es común que estén presenten los estereotipos y la forma en la que se perciben los hombres y las mujeres en cada sociedad.
-       La edad: Desde la etapa de la infancia se tienen tendencias a determinados estilos pero estos pueden cambiar con el paso del tiempo.
-       Los estilos de los padres. Los niños aprenden de los padres y suelen adoptar los mismos estilos, en este punto el autor ejemplifica con la situación de cuando los niños formulan preguntas, si los padres los inducen a que sigan haciéndolo será más probable que lo hagan aunque no siempre ocurre así.
La formación y la profesión: hay varios aspectos de los estilos que tienen más probabilidades de ser fomentados o reprimidos de acuerdo a la formación tanto formal o educativa como personal.

ESTILOS Y APTITUDES
Se menciona una teoría conocida como “teoría triárquica de la inteligencia humana” y esta hace referencia a que  las personas que tienen una inteligencia contextual son las que aprovechan sus puntos fuertes y corrigen o compensa los débiles.
Además, las personas aportan estilos a su trabajo, pero también el trabajo puede aportar estilos a la persona.

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